La vida hay que celebrarla pues es nos ofrece oportunidades, nos permite ser y hacer. Es por eso que celebramos nuestros 15 años de vida como Asociación Pop No’j.
Pop No’j se constituyó el 8 de junio de 2005 como organización civil guatemalteca, dando continuidad a un trabajo iniciado años antes.
Estos 15 años han sido de arduos esfuerzos de muchas y muchos, acompañando diferentes procesos para la reivindicación de los Derechos de Pueblos Indígenas, con un énfasis en la Defensa de la tierra y los territorios de los Pueblos Originarios, los derechos de las mujeres, la juventud y la niñez en diferentes contextos. Nuestra razón de ser son las comunidades y personas para quienes trabajamos.
Nuestras estrategias han sido: formación y capacitación, acompañamiento a la organización y participación, alianzas e incidencia, diálogo de saberes interculturales e intergeneracionales, y comunicación social.
Esta vez nuestra celebración es diferente, pues estamos viviendo un contexto que ha evidenciado los problemas estructurales, como la desigualdad social y otros problemas que se hacen más agudos en esta situación. Es más que clara la inviabilidad de este sistema depredador y opresor, que destruye la vida, rompe el equilibrio y la armonía entre seres humanos y de éstos con la Madre Naturaleza.
No por eso, dejamos de celebrar. Por el contrario, con más razón, estamos convencidos de la utilidad de nuestra existencia para contribuir modestamente a la construcción de un mundo con dignidad para todas y todos, que reconozca los derechos a la diferencia y a la igualdad.
Agradecemos a las energías del Universo y a nuestros antecesores que nos permiten estar hoy aquí. Hacemos un reconocimiento especial a las personas que dieron origen a Pop No’j y que han aportado en su vida como organización, particularmente a Morna Macleod y Carlos Ling, quienes, en mucho, fueron inspiradores para la formación de Pop No’j, así como a sus socios fundadores Virginia Ajxup, Edgar del Cid, Florinda Pérez, Macario Santizo, Juan José Hurtado, Juan Zapil y Patricia Ardón, para mencionar sólo algunos nombres.
Expresamos nuestro agradecimiento a las comunidades y personas Mayas que hemos acompañado a lo largo de estos años, quienes nos han abierto su corazón y confianza, permitiéndonos ser parte de la reivindicación de sus derechos indivuales y colectivos. Nuestro compromiso es seguir aportando, como facilitadores de procesos, al empoderamiento político, social, económico, artístico y cultural de los pueblos para encaminarnos a la construcción del Buen Vivir.
Asimismo, reconocemos que los logros han sido posibles gracias al apoyo de personas, ONG’s, otras organizaciones y Fundaciones dentro y fuera de Guatemala. Somos dichosos de tener buenos y buenas hermanas y aliadas. Dos y tres veces, les decimos: GRACIAS.
Sabemos que, aunque la pandemia del COVID 19 ha impactado a todo el mundo, no lo hace de igual manera a todas y todos. Entre los más afectados, están las comunidades indígenas que históricamente han sido marginalizadas por el Estado. Pese al racismo y la discriminación que ha buscado aniquilarlos, los Pueblos Originarios han resistido y han sido resilientes, desde la invasión española a la fecha. Estos pueblos están dando lecciones al mundo, desde sus conocimientos, sabiduría y prácticas ancestrales. Ante la ausencia del Estado, el sentido de comunidades, la solidaridad y reciprocidad, están permitiendo afrontar la situación.
Sigamos celebrando la vida y cada uno de los logros que alcancemos, pues esto nos nutre y da fuerzas para continuar.