Saltar al contenido

La experiencia de socias del Fondo Mundial para la Niñez

Artículo escrito por At the end of September, Camelia Proca,
Directora de A.L.E.G.
Organización Feminista de Rumanía

A finales de septiembre, en Estambul, Turquía, se llevó a cabo un encuentro de líderes de organizaciones no gubernamentales socias del Fondo Mundial para la Infancia (GFC – Global Fund for Children en inglés). Se trata de organizaciones que realizan actividades para niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad en Rumanía, Gran Bretaña, Serbia, Turquía, India, Pakistán, Kenia, Brasil, México y Guatemala. (Estaba prevista la participación de otras organizaciones de África, pero no fue posible debido a dificultades en el visado.)

Durante el retiro, A.L.E.G. facilitó un taller sobre Género y Sostenibilidad, analizando cómo las organizaciones de niñez y juventud se ven impactadas por cuestiones ambientales y de desigualdad, pero también cómo pueden integrar concretamente Objetivos de Desarrollo Sostenible en su trabajo, incluida la igualdad de género – ODS 5. La definición de sostenibilidad utilizado es: “garantizar el bienestar humano, la integridad ecológica, la igualdad de género y la justicia social, ahora y en el futuro”.
En cuanto a la igualdad de género, muchos temen que signifique borrar las diferencias entre sexos, cuando en realidad significa garantizar que los derechos, responsabilidades y oportunidades de una persona no dependan del sexo con el que nacen.

En el taller se hizo evidente una serie de vínculos entre la explotación del planeta y la explotación de grupos vulnerables en varias partes del mundo. El desarrollo, tal como lo ha entendido y practicado en los últimos doscientos años el hombre blanco que colonizó nuevos territorios, ha llevado en muchas regiones del mundo al agotamiento de los recursos no renovables, la pérdida de hábitats naturales y el aumento de la contaminación, lo que ha provocado el Cambio Climático. Sin embargo, las relaciones de explotación con la naturaleza y el planeta también se han replicado hacia personas de grupos vulnerables, especialmente poblaciones indígenas, generando desigualdades socioeconómicas, conflictos y múltiples formas de violencia. La vulnerabilidad se profundiza cuando se cruzan varios factores de marginación y exclusión. Según las estadísticas de Distribución Global de Riqueza 2020 publicadas por Credit Suisse, el 10% de las personas más ricas posee alrededor del 60% de los activos. La pobreza sigue estando feminizada y las mujeres tienen las situaciones laborales y económicas más precarias, lo que significa riesgos implícitos para los niños y los ancianos, que siguen estando con mayor frecuencia bajo el cuidado de las mujeres debido a las normas de género.

 


Todas las organizaciones participantes perciben estas desigualdades socioeconómicas y de género como algunas de las principales fuentes de los problemas que afectan a sus comunidades. Sin embargo, los recursos disponibles para hacer frente a estos problemas son siempre escasos.


Organizaciones de Guatemala e India resaltaron que los pueblos indígenas poseen una sabiduría ancestral que debemos aprender nuevamente si buscamos la sostenibilidad: vernos a nosotros mismos como parte del círculo natural y no por encima de él. Nuestro relación con el planeta y otras personas debe ser con un enfoque de igualdad.
Entre las soluciones propuestas por las ONG de África, así como de Europa, se encuentran acciones creativas para informar y empoderar a los jóvenes sobre el desarrollo sostenible y la igualdad de género, y los mejores resultados se obtienen a través de la educación entre pares, con la participación de nuevos medios de comunicación, pero también apoyo al activismo en materia de igualdad de derechos.


GFC (por sus siglas en inglés) creó un círculo de directores de organizaciones de sociedad civil – CEO Circle – como un espacio de intercambio y aprendizaje entre organizaciones con las que colabora en varios continentes, ofreciendo a los líderes apoyo para defender el bienestar de sus equipos, una comunicación adaptada a las necesidades de los jóvenes, pero también apoyo a las transiciones de liderazgo juvenil en la vida de las organizaciones. El Fondo Mundial para la Infancia es un cooperante que promueve cambios sostenibles también en la filantropía, basándose en un enfoque de financiamiento flexible que responda mejor a las necesidades siempre cambiantes de las comunidades atendidas y la organizaciones que trabajan con ellas.

Translate »
¿Quieres hablar con alguien?